viernes, 8 de abril de 2016

Un auxiliar de apoyo para Mikel

Mikel tiene 10 años y vive en Barakaldo. Desde su nacimiento padece una enfermedad que le afecta al aparato digestivo y su cuerpo no admite proteínas. Su enfermedad no tiene nombre, es una de esas enfermedades raras pero sin nombre. Los médicos la han catalogado como alergias alimentarias múltiples no mediadas por IgE.Mikel, cuando no se encuentra en buenas condiciones, usa un botón gástrico para alimentarse , que es una sonda de silicona transparente que se coloca a través de la piel del abdomen hasta el estómago. Sirve para alimentar al niño/a, darle la medicación y descomprimir el estómago. Es un dispositivo diseñado para mayor confort y movilidad del paciente. Mikel, además, tiene una dependencia severa de nivel 2 y una minusvalía de un 43%.
   Mikel estudia en el Colegio Público Munoa de Barakaldo y necesita, diariamente y a media mañana, hacer una toma especial con una alimentación preparada en el momento justo de la toma. Después de la toma hay que limpiar el botón gástrico, cubrirlo con un nuevo vendaje y limpiar todos los utensilios utilizados en el proceso. Todo ello, por supuesto, hecho por un profesional.
   Hasta el mes de febrero Mikel contaba con ese profesional, una auxiliar que cubría éstas y otras necesidades que el niño pudiera tener, además de cubrir las carencias de otros niños del colegio afectados por otro tipo de  problemas. De repente, y sin saber por qué y sin notificación previa a sus padres, transladan a la auxiliar a otro colegio con la justificación de que es más necesaria esta profesional en este colegio que en el que ya trabajaba. Mikel posee 2 informes médicos que expresan claramente que el niño no debe usar el botón gástrico en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, pero es Mikel quien, desde esas fechas, corre a cargo de esa delicada operación con los riesgos que conlleva, como la infección que sufrió hace escasos días y que le llevó al internamiento en el hospital. Si duro es ésto para un niño de 10 años más lo es el hecho de tener que hacerlo durante las clases y delante de sus compañeros, por lo que además de su salud física corre peligro su salud mental y su ánimo para afrontar esta delicada situación.
   Ante estos graves hechos, y considerando que, si las necesidades nutricionales especiales de Mikel supusiesen una limitación de su derecho a asistir al colegio en las mismas condiciones que el resto de alumnos supondría una discriminación en razón de su enfermedad, y apelando al derecho que le confiere la ley por su grado dependencia y por su minusvalía, solicitamos al Director de la comarca sanitaria de Bizkaia que reasigne a un nuevo auxiliar en el Colegio Público Munoa de Barakaldo para que lleve a cabo la labor de atender a Mikel y al resto de niños con necesidades especiales tal y como se estaba haciendo hasta el momento del translado de esta profesional a otro centro educativo.
   Pedimos vuestra ayuda para llevar adelante esta iniciativa y que ningún niño se quede sin sus necesidades básicas recortadas. Gracias

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